jueves, 20 de marzo de 2014

Antena 3 y Telecinco, en la encrucijada...

El sector de la TV Comercial en España está atravesando por momentos complicados e inciertos, como tantos otros sectores de nuestra maltrecha economía. El modelo de negocio de empresas como Antena 3 y Telecinco se basa, como es bien sabido, en la explotación publicitaria. Y para ello se requieren altos índices de audiencia, con la finalidad de que los anunciantes fijen sus miradas en las diferentes plataformas publicitarias. A su vez, la audiencia se genera con contenidos, que en la mayor parte de los casos necesitan de fuertes inversiones en derechos audiovisuales sobre formatos de programa, acontecimientos deportivos, etc.


En los últimos años, consecuencia directa de la crisis económica, se ha producido una caída muy significativa en el mercado de la publicidad, que ha propiciado un desplome generalizado en los precios de venta de ésta. El sector audiovisual es un sector con un alto grado de apalancamiento operativo, lo que provoca que ante caídas en los ingresos se vea más afectado que otros sectores. Ante esta situación empresas como Antena 3 y Telecinco plantean que la única solución viable para salir del “bache” es acometer procesos de concentración dentro del sector. Es curioso que en sus informes anuales, estas compañías, justifiquen las fusiones con otras empresas con el objetivo último de mejorar la rentabilidad para sus accionistas. Es decir, afirman de un modo u otro, que las fusiones incrementarán el valor de sus acciones. Según estas empresas, los procesos de fusión generarán: (i) una mayor oferta de contenidos. (ii) unos mayores índices de audiencia. (iii) unos mayores ingresos. Algo que por otra parte parece bastante lógico, ¿no?

Ahora bien, los procesos de fusión en este sector, ¿generarán realmente valor empresarial? ¿O se quedarán simplemente en un aumento de ingresos, contenidos y audiencia?

Para comprobar si se creará valor empresarial o no con la fusión de compañías del sector audiovisual, he seleccionado algunos datos de Antena 3 y Telecinco, durante los últimos años, relativos al crecimiento de las ventas, los márgenes y la rotación de su capital. Indicadores básicos y agregados de la capacidad de crear o destruir valor en cualquier empresa. Vamos a ir viendo cada uno de los gráficos por separado y los comentamos.




Observamos que las ventas, aunque han caído ligeramente, se mantienen en unos niveles más o menos estables durante los últimos años. Ahora bien, esto tiene varias explicaciones: (i) en el año 2010 TVE cesa por ley de emitir publicidad, con lo que su parte del pastel se distribuye entre el resto de TV privadas, que ven aumentados sus ingresos por este concepto. (ii) en ese mismo año se produce el despliegue de la TDT, incrementándose el número de canales y contenidos para A3 y T5. Aunque esto no tiene una incidencia directa en los ingresos, bajo mi punto de vista. (iii) comienzan los procesos de fusión. T5 adquiere “Cuatro” en 2011 y A3 se fusiona con “La Sexta” en 2012. Esto sí que provoca claramente aumentos en los ingresos de ambas compañías.

Viendo la evolución de las ventas en el gráfico anterior cabría pensar que la crisis del sector publicitario no es tan grave como la pintan. Pero la realidad es otra. Como hemos dicho antes, la caída de precios de venta de publicidad ha sido brutal y esto ha tenido su reflejo en los márgenes.




Realmente resulta estremecedor observar el desplome sufrido en márgenes por estas dos compañías. Además, la ventaja que tenía T5 sobre A3 en años anteriores, se ha diluido por completo, y ambas empresas se situaban a finales de 2012 en unos niveles muy similares. A modo de anécdota, comentar que en el Informe de Gestión de T5 correspondiente al año 2010 la empresa, refiriéndose al Mundial de Sudáfrica, citaba textualmente “Los grandes acontecimientos deportivos, si no rentables, sí son al menos capaces de redundar en una enorme notoriedad así como en índices de audiencia de otro modo inalcanzables…”. Desde mi punto de vista y viendo la caída de márgenes, ¿qué sentido tiene entonces invertir en este tipo de acontecimientos si no son rentables? No lo acabo de entender.




La rotación nos mide la capacidad que tiene una compañía para transformar todo su capital invertido en ventas. En este caso concreto, se observa cómo la adquisición de Cuatro por parte de T5, le ha pasado una factura considerable, al tratarse de un bocado difícil de digerir. El incremento de estructura todavía no se ha materializado en unas ventas mayores, proporcionales al mismo. En las etapas iniciales de un proceso de estas características es normal que ocurra esto, pero habrá que ver si se corrige en el futuro. De momento la cosa no pinta muy bien. En el caso de A3, el impacto sobre la rotación parece inexistente. Ahora bien, hay que tener en cuenta que la fusión con La Sexta se produjo en 2012, por lo que no ha habido tiempo material de que se traslade a resultados.

Conclusión.

Desde mi punto de vista, el proceso de fusiones acometido en el sector audiovisual, tomando como referencia A3 y T5, no está consiguiendo el objetivo principal para el que se propuso: Aumentar la rentabilidad del accionista y crear valor. Sí es cierto que se aumentan los ingresos, los contenidos y la audiencia, pero esto no se traduce en mayores márgenes (ni mucho menos) ni en aumentos de la rotación.  En definitiva, el proceso que se está llevando a cabo está siendo destructor de valor. Si esta tendencia cambiará con el tiempo, lo iremos viendo. A lo largo de la historia, muchas fusiones han supuesto más una huida hacia adelante, que un intento serio de solucionar los problemas. Esperemos que no sea este el caso.

Oscar Sánchez Vela.

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